miércoles, 12 de noviembre de 2008

Con la Iglesia hemos topado.


Este fin de semana se estrena “La buena Nueva”. Se trata de una película que narra el papel de la Iglesia durante la guerra civil. Se centra en la vida de un cura partidario de la teología de la liberación que vive en un pueblo de Euskadi y que se enfrenta al sector de la iglesia fiel al régimen de Franco.

Me parece interesante este tema ya que en los últimos años sólo tenemos referencias negativas acerca de todo lo que viene de la Iglesia. Y es que el término Iglesia es algo muy amplio. No sólo la alta jerarquía de Roma es Iglesia. Tampoco toda la jerarquía de Roma piensa igual. La Iglesia la forman laicos, curas, diferentes órdenes, misioneros y creyentes en general. Aunque hay cosas en común como es la fe también se discrepa de otras cosas.

En mi opinión, la mala imagen de la Iglesia en nuestro país, se debe a que en otros tiempos parte de la Iglesia se posicionó al lado del régimen de Franco. Y digo “parte de …” porque otra parte permaneció fiel al legítimo gobierno de la II República. Fueron muchos los curas rojos asesinados, castigados,…acusados de comunistas.

Pues bien, en la actualidad, hay cosas que siguen igual. Dentro de la Iglesia hay muchas tendencias e ideologías. Diferentes formas de dar a conocer el mensaje de Jesús (el primer comunista conocido, igual anteriormente ya hubo alguno más). No podemos olvidar la “iglesia roja” de Madrid. Aquella que han querido cerrar desde las altas esferas eclesiásticas españolas. Hay que saber que hay muchos curas (además de misioneros y misioneras, religiosos y religiosas, laicos y laicas) que lejos de vivir de las comodidades están, como debe ser, entre los que más lo necesitan y lejos del poder y la notoriedad. Fieles a lo que se predica. Por su puesto otros no.

Está claro que en esta vida es más fácil criticar que defender algunas cosas. También es habitual que lo malo de la Iglesia sea noticia y que de lo bueno ni se mencione nada. En esta vida está bien hacerse una opinión formada sobre los diferentes temas que están de actualidad y no dejarse llevar por lemas fáciles y carentes de lógica. Como vimos en el comentario de ayer (La noche de los cristales rotos), unas ideas equivocadas acerca de los judíos desembocó en lo que ya conocemos.

2 comentarios:

Elphaba dijo...

Cuánta razón tienes. La de veces que he pensado y hablado de eso mismo. Me revientan los comentarios radicales en contra de la Iglesia en general, porque yo misma estoy totalmente en contra de muchas cosas de ella, pero no por eso meto a todo el mundo en un saco. Me parece una tremenda hipocresía en estos tiempos en que a todos se nos llena la boca de tolerancia a otras culturas y religiones.
Hay que criticar simplemente lo que hay que criticar, no más, y luego que cada uno crea lo que quiera creer, sin mezclar churras con merinas.

Carlos Castedo dijo...

En mi afán de polemizar siempre he defendido a la Iglesia porque se carga contra ella sin conocimiento de causa, sólo por seguir cierta corriente de pensamiento actual.
La jerarquía de la Iglesia está desubicada aferrandose al poder y a la verdad divina sin acercarse al pueblo, creo que en general yerra en sus criterios.
Hay otra Iglesia, la de los barrios oprimidos, la de los misioneros, es decir, la Iglesia de base que es, a mi juicio, admirable.
Lo malo es que la Iglesia en general no es democrática y los curas de base no tienen posibilidad de influir en su jerarquía y sus esfuerzos sólo pueden centrarse en pequeños cambios dentro pequeños círculos, mientras la jerarquía se retroalimenta.
Un abrazo.