Los quinquis de los 80.

Recientemente he podido visitar la exposición Los quinquis de los 80 en la Alhondiga de Bilbao. La verdad que desde un primer momento tenía ganas de verla, primero por las buenas críticas que había tenido y segundo, quizás, porque en el barrio de mi infancia había muchos de ellos y, quieras o no, han formado parte de mi vida.

Ha grandes rasgos se puede decir que la exposición es el reflejo de una década de construcción masiva, de crisis, de barrios con necesidades básicas y de jóvenes que se vieron abocados a buscarse la vida. Muchos de esos jóvenes se refugiaron en la droga, otros en el punk y otras músicas emergentes y, otros muchos, se convertieron en quinquis. Una estética muy concreta, delitos que se acumulaban por doquier,...etc...

La verdad es que viendo la exposición sorprende los paralelismos entre esa década y la que ahora estamos viviendo. Hay un espacio dedicado a titulares de periódicos que bien podrían valer para cualquiera de los días presentes. Paro, cierre de fábricas, crisis,...

En esta exposición de pueden ver también películas acerca de esta situación. El cine echó mano de este tipo de personajes y los encumbró hasta convertirlos en poco más que héroes de los barrios más humildes del extrarradio de las grandes ciudades. Perros callejeros, El pico, ... Un cine que venía a denunciar la situación que vivían estos jóvenes y las causas que les empujaba a malvivir de esa manera.

Había un espacio dedicado a el ocio y allí podíamos encontrar la música característica de aquellos años. El Chivi, Los Tanos, Los Chicos, Manzanita,... Y todos, como no podía ser de otra manera, en el formato de la época: la casette.
De la misma forma se recreaba una pequeña sala de juegos con su maquina de marcianitos y sus dos maquinas de petacos. Disfrute echando (gratis) unas partidillas.

Hay más cosas para ver. Como una colección de revistas de la época, comics, y documentos que reflejaban la situación que se vivía en las cárceles. Documentos que ponen la piel de gallina.

En definitiva, que merece la pena invertir 3 eurillos y recordar a lo que nos llevaron anteriores crisis, y, por otro lado, no olvidar algo que ha formado parte de la vida de algunos de nosotros.

Vientos de esperanza.

Están siendo días emocionantes para quienes queremos un mundo diferente. Tengo que reconocer que ver como día a día cada vez las concentraciones eran mayores se me pone la piel de gallina e, incluso, me surgen lagrimas de emoción. Algo está pasando.

He estado pensando y hablando con otras personas acerca de este movimiento. Quizás estaba equivocado cuando hablaba en que tendría que desembocar en un partido político. No sé. Es complicado. Desde luego algo tiene que cambiar en el sistema "democrático" de este país. Empezando por su ley electoral y siguiendo por el funcionamiento de los partidos. Más participación ciudadana.

Mañana es un día en el que quizás van a haber sorpresas. Pienso que mucha gente va a votar pero que lo harán dando la oportunidad a otros partidos. Lo que ocurre es que con esta ley, el pastel se lo reparten los de siempre.

Tengo que añadir que a parte del Movimiento 15 de Mayo en nuestra tierra, por mucho que algunas personas se empeñan con mentiras en querer confundir a la gente tanto de aquí como de fuera, hay que tener esperanza por la presencia de Bildu. En mi pueblo ha reunido a gente de Cáritas, de la Parroquía, gente sindicalista, gente Abertzale, gente de EA, jóvenes de Scout... El candidato a Alcalde, Israel Brull, fue concejal de Cultura el el gobierno PNV - EA y ha hecho mucho. Renuncio a su sueldo para con ese dinero poner en marcha la agenda cultural del pueblo.

Hoy estoy esperanzado y mañana iremos en familia a votar. Después de mañana habrá que ver que podemos aportar al 15 de Mayo.

Parece que algo se mueve. Por fin. Son miles las personas de diferente índole que han salido a la calle a exigir una sociedad diferente, unos valores diferentes. Protestan por el sistema bipartidista, por una democracia falseada en general. Exigen lo que la Constitución, tan recurrida por nuestros políticos, otorga a cada ciudadano. Una vivienda digna, un trabajo digno; dignidad y justicia.

Se ha tardado tiempo. Ha tenido que llegar una crisis y que esta nos bajara de la nube. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Pero, ¿cómo va a continuar este movimiento después de las elecciones? Me explico.

Creo que es una idea genial este clamor popular surgido pero no puede quedarse ahí. Por desgracia el sistema está muy bien protegido por los partidos politicos, por las leyes dictadas para proteger su chiringuito, por los jueces a las órdenes del poder (como hemos visto en el caso del Supremo con Bildu y como es posible que veremos con el recurso de Sortu) y por las FSE. Solo se puede combatir con las mismas armas. Esto debería desembocar en un partido. Un partido que rompa con lo que hasta ahora hemos conocido como tal. Y es que los partidos deben reciclarse...Un partido elegido por los ciudadanos como sus verdaderos representantes. Listas elegidas por los ciudadanos. Nada de listas impuestas.

Espero que este movimientos haga reflexionar y el voto sea consciente. El que apoyemos esta iniciativa no significa que no podamos votar estas elecciones. Hay que hacerlo con más responsabilidad que nunca.