sábado, 29 de noviembre de 2008
Bombay: el ombligo de la India.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Milongas y otras estupideces.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Lo que nos merecemos.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Studio 28.
martes, 18 de noviembre de 2008
Ciudad de la paz.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Callejeros.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Palabras calladas.
Cuando hablamos de un tema de este tipo seguro que estamos pensando en países como China, Cuba, Taiwán, Irán, Irak, Turquía, Sudán, Argelia,…pero la realidad es que hay países, lo de la “democracia occidental”, en los que también se dan casos de este tipo. Italia y Rusia son claros ejemplos de ellos. Es muy habitual oír en televisión o leer en prensa como algún escritor o escritora opositor a Putin o a sus secuaces es amenazado o es tiroteado a la puerta de su casa. En las últimas fechas hemos conocido como el escritor italiano Roberto Saviano está amenazado por la mafia napolitana y ha tenido que huir de su país tras escribir Gomorra. Un libro que denuncia el poder, en ocasiones consentido por las autoridades, que tiene la mafia en determinadas zonas.
Pero estos son casos muy concretos y conocidos porque ocurren en países “desarrollados”. Hay artistas que llevan años perseguidos en países de los que poca información nos llega. Hay asociaciones que intentan dar a conocer estas situaciones pero se queda en nada. Simplemente unos datos que salen en televisión cuando anualmente se presenta el informe y poco más. Luego nos olvidamos. Ya casi no se habla de Salman Rushdie ni de sus versos satánicos.
Ya no sólo se trata de una violación de derechos humanos, ni siquiera de sólo una eliminación de la libertad de expresión. Se trata de una prohibición del arte. Y es que el mundo ha girado y gira en torno al arte. La vida gira en torno a libros, música, esculturas, teatro, cine. Sin arte no hay mundo y sin mundo no hay vida.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Con la Iglesia hemos topado.
martes, 11 de noviembre de 2008
La noche de los cristales rotos.
El plan estaba orquestado desde hacía mucho tiempo y Hitler estaba al frente de esa operación. Sinagogas, comercios y casa fueron destruidas. Miles de judíos arrestados y deportados a campos de concentración. Más de 200 muertos en las calles de muchas ciudades de Alemania y Austria.
En Alemania han querido recordar estos terribles hechos llevados a cabo por compatriotas de otros tiempos. El objetivo no olvidar lo ocurrido y evitar así que cosas similares vuelvan a ocurrir en un futuro. Se ha rendido homenaje a los judíos muertos en aquellas fechas, así como a los que posteriormente fueron asesinados en los campos de concentración durante años.
Todo esto me lleva a sacar varias conclusiones. La primera. Algo así parece impensable en nuestro país. Cuando se pretende recordar lo ocurrido durante y tras la Guerra Civil hay algunos que saltan como locos diciendo que es algo que no hay que remover y lo único que se provoca es más crispación. Esto nos lleva a pensar que las heridas ni están cerradas ni lo van a estar en bastante tiempo.
Segunda. Todavía hay lugares en el mundo (incluso muy cerca nuestro) en los que algunas personas son perseguidas y acosadas. Sus bienes atacados y, en ocasiones, obligados a salir de sus pueblos y ciudades y establecerse en otros sitios. Las vidas de muchos siguen corriendo serio peligro.
Tercera. La noche de los cristales rotos debe servir para que sectores de la sociedad israelí detengan la persecución sistemática y el exterminio controlado que están haciendo del pueblo palestino. Es muy grave que un pueblo que sufrió un holocausto esté, aunque no todo, haciendo algo “similar” con otro pueblo.
Recordar los errores debe de servirnos para evitarlos en el presente. Es la única forma de lograr un futuro más justo, pacífico y solidario. Y es que todavía seguimos viendo muchos cristales rotos.
domingo, 9 de noviembre de 2008
Lo políticamente incorrecto.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Un tanto personaje.
La cuestión es que hoy me preguntaba acerca de mis gustos musicales. Todo porque le he dicho a un amigo que me quería comprar el último disco de The Cure la banda de Robert Smith. Su comentario ha sido, “joder te gustan todos los personajes frikis de la música”. Me he quedado un tanto trastocado y mi cerebro ha empezado a girar, a girar y girar. Los y las que me conocéis ya sabéis a lo que me refiero.
Pues sí, ¿que pasa? Me gusta Robert Smith, Loquillo, Bunbury, Jaime Urrutia, Francis y su Doctor Deseo e incluso Jim Morrinson. Y mucha música más. Cada uno tiene su estilo y son capaces de transmitir sentimientos, sensaciones…y como todos los grandes fenómenos o te gustan o se les odia. A mi me encanta ese inicio de concierto de Jaime Urrutia con ese pasodoble de entrada a la canción “delirios de grandeza” o el final de concierto de Loquillo con su “bella ciao” en la voz de Yves Mountand. Me gustan las frivolidades de Bunbury y de Morrinson en el escenario así como las locuras de Smith y de Francis.
Lo que sobre todo me hizo pensar fue la palabra “friki”. Considero que se está utilizando demasiado y, sobre todo, en casos en las que su uso no es el adecuado. Estos artistas son serios con su trabajo y no se ríen de nadie como hacen otros “verdaderos” frikis. El que sean diferentes no significa nada malo, todo lo contrario, quieren ofrecer al público algo diferente y coherente con su personalidad. Ojalá muchas de las estrellas de la música tanto nacional como internacional tuvieran el compromiso que algunos de estos cantantes tiene para con su sociedad. Loquillo está muy implicado, por ejemplo, con todo el tema de la memoria histórica.
La cuestión es estamos en un tiempo de crisis también musical (triunfitos que sólo aspiran a programas de pseudo karaoke, discos de grandes éxitos…de otros, etc.). Lo cojonudo es que si no te gustan esos nuevos artistas eres un friki. Pues bien, vale. Que le vamos a hacer. Me gusta la gente auténtica. Quizás en mi interior exista una parte de cada uno de ellos o quizás comparta ideología. O simplemente que me gusta la buena música. ¿No creéis? O tal vez es que también soy un tanto personaje.
Recomendable leer este texto con canciones como Delirios de Grandeza (Jaime Urrutia), No volveré a ser joven ( Loquillo), Pequeño (Bunbury), Corazón de Tango (Doctor Deseo), Friday I´m in love (The Cure) o The end (The Doors).
jueves, 6 de noviembre de 2008
The change.
Me viene a la cabeza una escena de El Príncipe de Bel Air. El primo pijo de Will Smith le dice a su padre que quiere hacer carrera política en las filas de los republicanos. Este le contesta que se sentirá orgulloso de ser el padre del primer presidente negro de EEUU. Entonces “cara cartón” grita asustado: “pero ¿soy negro?”.
Tengo que reconocer que, a pesar de las encuestas, no veía clara la victoria de Obama. Creo que nadie se ha olvidado del polémico recuento que impidió a Al Gore alcanzar la presidencia de EEUU. Sin embargo, ahí está. El primer presidente de este país que proviene de una minoría.
La verdad es que es un paso importante. Sobre todo para las minorías que viven en este país, tanto para los afroamericanos como para los hispanos. Al parecer ha sido el voto de los últimos el que ha tenido un peso importante. Y cuando digo “los últimos” no me refiero sólo a los hispanos sino a los últimos en al sociedad, a los más desfavorecidos. Y es que, el endurecimiento de las leyes en materia social y de inmigración, ha hecho decantar el voto de estos ciudadanos y el de los sectores moderados republicanos hacia la esperanza de cambio que representa Obama.
Decisivo también ha sido el voto de los jóvenes. El deseo de vivir en una sociedad mejor y el deseo de cambiar la visión que la comunidad internacional tiene de EEUU ha arrastrado hasta las urnas a muchísimos nuevos votantes y a otros que en anteriores comicios no lo hacían.
Obama viene a ser ya el sinónimo de esperanza y, como no, de cambo. Y no sólo para los propios estadounidenses sino también para millones de habitantes del mundo. En Irak desean que los soldados salgan del país y llegue la paz. En Palestina esperan un apoyo más firme de Washington a la creación del tan ansiado estado palestino. En Latinoamérica rezan para que el recién elegido Presidente promueva un cambio en las leyes del comercio internacional y sus productos tengan los mismos derechos que el resto de países. Cuba se mantiene a la expectativa. No cabe duda de que EEUU es pieza clave en el futuro de la isla. Europa espera lograr una mayor importancia a nivel mundial.
También habrá quien espera que el Ku Kux Klan acabe con al vida de Obama. Los que hacen negocio con las armas esperarán también que aparezca alguien capaz de matar, en Dallas o en la cocina de un hotel, al Presidente. Seguro que los hay. A pesar del llamamiento, muy elogiable por cierto, del otro candidato para que todo el mundo apoye a Obama, habrá quien se está subiendo por las paredes al ver a “ese negro” como Presidente.
Yo estoy entre los que tienen esperanzas de que algo cambie; aquí, allí o allá. Pero reconozco que una parte de mí, la más racional supongo, no espera mucho. Mientras los lobbies (judíos, cubanos, etc…) mantengan su presión no habrá mucho que hacer. Por eso, en un día como el de ayer prefiero tener en mi recuerdo a personajes como Luther King. Gente que dio su vida buscando la igualdad entre las personas. Apostando por políticas pacifistas. Llamando a una sociedad más justa. Seguro que desde donde esté estará sonriendo y diciéndose para sí: “mereció la pena”.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Tan cerca y tan lejos.
martes, 4 de noviembre de 2008
La justicia por su mano.
Es una forma de quitarse trabajo de encima y reducir el gasto público. Lo primero lo consiguen pero lo segundo no. ¿Por qué? Porque el gasto que debía ir destinado a atender las necesidades de los colectivos más necesitados, en ocasiones, se gasta en otros ámbitos que sólo repercuten en unos pocos.
En mi concepto de administración, el ciudadano (ciudadana) debe sentirse protegido por quienes están al frente de las instituciones. Para eso les elegimos ¿verdad? La presencia de la Administración en determinados sectores de la sociedad nos permite tener una mayor confianza en quienes están al frente de Ayuntamientos, Diputaciones, Gobierno, etc. No quiero decir con esto que el Estado deba estar presente de modo dictatorial a cada paso que demos en nuestra vida. No. Ni una cosa ni otra. En su medida, cumpliendo con el papel que la sociedad les asigna con los votos.
Todo esto se ve agravado cuando la Administración es echada en falta en un ámbito como el de la seguridad. Algo de eso está pasando en Sestao. Una de las zonas más degradadas de la localidad vizcaína está siendo golpeada por la delincuencia. Son muchas las razones del aumento de delitos en la zona y no vamos a entrar en detalle porque ese no es el tema. La cuestión es que los vecinos de esa zona se quejan de la escasa presencia policial y de que el Ayuntamiento no está haciendo nada por evitar que esas calles se conviertan en auténticos guetos de marginación. Por ello, han decidido hacer lo que la Administración debería hacer y se han organizado en patrullas para vigilar por las noches los puntos más conflictivos.
Es una situación peligrosa que puede agravar la situación en lugar de solucionarla. Pienso que tomarse la justicia por su mano no es algo positivo, pero ¿qué haríamos si continuamente nos estarían desvalijando comercios, bares o viviendas? ¿qué haríamos si tuviéramos un hijo o hija que cada fin de semana vuelve tarde a casa y se tienen que enfrentar a situaciones de riesgo? ¿qué haríamos si cada día en frente de nuestro portal se pondrían a traficar con drogas? Pienso que hay que ponerse en la piel del otro para poder entender determinadas decisiones aunque estás no sean las mejores.