lunes, 31 de agosto de 2009

Que la vida iba en serio.


Hoy es un día raro. No es un lunes normal. Hoy no sólo pesa el volver al maldito trabajo. Hoy algo pesa en la atmósfera sentimental que me rodea. Mi mente esta con esas dos personas que tanto quiero y que tan mal lo están pasando. Ayer me enteré de su situación y fue como si algo me agitara sin compasión y todo quedara descolocado.

Todos llegamos a la vida y mientras somos jóvenes vemos la misma como un juego. Como una suma de aventuras sin peligro de las que disfrutar. Tenemos ganas de arrarsar con todo lo que se nos ponga por delante. Pero llega un momento, no sé si tarde o pronto, dependerá de las personas, en el que nos damos cuenta de que el tema va en serio.

La vida no es algo exacto. Porque las personas no somos exactas. La vida nos va planteando situaciones a las que enfrentarnos. Unas más complicadas que otras. En ocasiones más alegres pero en otros momentos tristes y difíciles.

Y es que la vida solo se vive una vez. Por eso todos buscamos la felicidad. En ocasiones la imaginamos y cuando todo va viento en popa, algo cambia y nos devuelve a lo que parece otro mundo gris que camina paralelo del nuestro. Cuando ese mundo se mezcla con el nuestro o cuando lo vemos de cerca nos damos cuenta de lo que es la vida.

Yo, quizás no hace mucho, he conseguido avanzar en mi vida y alejarme de ese mundo gris que acecha. He sabido darme cuenta de las cosas maravillosas que me rodean y de lo importante que es vivir. Ahora la situación que viven estas personas me sirve para mantenerme alerta y ser siempre conciente de las cosas que son importantes.

Pero aunque me situación emocional es muy buena, tengo que reconocer que esto ha sido un palo duro. Sólo espero que todo se solucione. Que todos aquellos que los rodeamos seamos capaces de echar una mano y, a la vez, aplicarnos el cuento en nuestras propias vida.

martes, 4 de agosto de 2009

La verdad más verdadera.

Muy buenas. De nuevo aquí en mi sillón, después de unas más que disfrutadas vacaciones. En otro momento comentaré cosas de este viaje por parte de Suiza, pero hoy no. Hoy prefiero comentar una noticia que no es reciente pero que yo desconocía.

Creo que muchos conocemos el grupo La excepción. Es un grupo de rap que surgió en el barrio madrileño de Pan Bendito. Un barrio conflictivo pero cuna de muchos de los artistas que se dedican a este tipo de música. Un estilo que no tenía muchos adeptos hasta ahora pero que poco a poco va creciendo con gupos como este. Y es que La Excepción ha abierto nuevas puertas al rap y al hip hop con sus tientes aflamencados, con un lenguaje de la calle directo y claro y con unas críticas sociales de las que nadie escapa.

El grupo ha ido a más obteniendo diversos premios. Pero quizás a sido uno de sus componentes "el Langui" quien más a dado a conocer el grupo por su papel protagonista en "El truco del manco", película a la que ya le dediqué un post en este mi blog. El papel de este artista es el de sus vida misma. "El Langui": un joven con un problema de discapacidad en brazos y piernas pero que ha sabido seguir adelante y trabajar de lo que más le gusta: la música. Pero todo ello en un entorno hostil.

Ahora, en las más cruel realidad, han tenido un enfrentamiento con su productora; la Warner. Al parecer, y como nos pasa mucho en esta vida, la productora no les veía como unos trabajadores de la compañía sino como unos exclavos. Marcaba su vida diaria, limitándoles actuaciones, entrevistas, etc... Warner quería que las 24 horas estuviera dedicados a esa empresa... Pero hay límites. La libertad de las personas es lo primero. Por todo ello, y defendiendo su independencia artística, decidieron publicar gratuítamente su nuevo disco en Internet para que la gente lo pueda descargar (lo podéis hacer aquí http://www.laverdadmasverdadera.com/es/). Un ejemplo de que la crítica social de sus letras no se queda ahí como las de muchos otros. Comprometidos hasta el final. Como en " El truco del manco".

Y es que este tema es algo común a todos. Las empresas para las que trabajamos nos consideran de su propiedad. Piensan que vivimos para ellos. Y no. Ya está bien. Nos queremos vivir para trabajar sino trabajar para poder vivir. Con dignidad, y sin perder la libertad. De nosotros mismos depende el que nos la roben.
Antes de acabar por hoy me gustaría recomendaros el pequeño video en Terraza Lumière con un poema de Mario Benedetti. Es él mismo quien lo recita. Sirva de homenaje a este pequeño gran hombre y a todo lo que nos ha regalado.