domingo, 31 de mayo de 2009

Meses prometedores.

En las últimas fechas he conocido algunos de los conciertos que se van a poder disfrutar durante los próximos meses en Bilbao, Barakaldo y Santurtzi. Están dentro de fiestas, festivales o de al gira de turno.

Empiezo, como no podía ser menos, por el Loco. Estará en la Sala Rock Star de Barakaldo el 27 de junio presentado Balmoral. Un concierto deseado (da igual las veces que repitamos) por los fans del artista ¿verdad Javi? Y es que estamos deseosos de escuchar La mataré después de tantísimos años sin escucharla en directo.

En julio, el mes promete. En el BBK Live Festival toca Depeche Mode. Perdonar que no recuerde la fecha sólo sé que era un jueves (¿9 de julio?). El último día del festival toca Placebo, un concierto interesante. Hago un llemamiento a mis amigos de Kosmorama (por si me leen) para que si les sobra un pase de esos VIP que suelen conseguir se acuerden de uno (saludos).

Santurtzi, dentro de sus fiestas patronales ha tirado la casa por la ventana. Además de Nena Daconte, Tequila, y otros que no quiero nombrar, actuarán Aute y Bunbury. Para mi desgracia en la fecha de estos dos últimos estaremos por tierras suizas disfrutando de una merecidas vacaciones. Bunbury prometo verte pronto aunque sea soltando euros.

Para acabar voy a dejaros un video de un hombre con el que estos días me siento algo identificado. Sobre todo en el papel de hombre solitario y que le canta a la injusticias. Solitario porque Vero está disfrutando de un fin de semana entre sidriñas y queso en compañía de unos queridísimos amigos. Lo de las injusticias por las pseudoamenazas que algunos estamos recibiendo en el trabajo por presentarnos a las elecciones sindicales. Pero hay que ser firme en esta vida y seguir adelante con toda las consecuencias. Así que...¡adelante! Os dejo con Johnny Cash y su The man in black.

lunes, 25 de mayo de 2009

El truco del manco.

Reconozco que me encanta el cine que aborda los problemas sociales. Es un cine que me acerca a una realidad que a pesar de estar a la vuelta de la esquina a veces sólo la vemos de refilón. Por todo ello, desde que supe de la película El truco del manco (a través de los premios Goya para ser más exactos) tuve ganas de verla. Y por fin lo he hecho.

Tengo que decir que no me ha defraudado para nada. Me parecía una apuesta segura y así ha sido. El truco del manco nos acerca a varias problemáticas como son la falta de oportunidades de los jóvenes, la droga, las barreras sociales, la inmigración,…Unas situaciones que viven muchos jóvenes de esta sociedad. Realidades de barrios periféricos de grandes ciudades, abandonados a su suerte.

Pero esta película tiene otro mensaje más importante aún. El de la superación personal. “Cuajo”, el personaje principal tiene una discapacidad pero eso no le impide seguir luchando a pesar de todas las dificultades que se encuentra. Este personaje no sólo sale adelante sino que se preocupa de animar al resto a “echarle huevos a la vida”. A pesar de que su discapacidad le hace la vida más difícil que la del resto de personajes no se rinde y lo pone todo a lograr su sueño.

Tras ver esta película uno siente vergüenza por cada una de las veces que nos quejamos ante cualquier mínima situación de conflicto. Quizás estamos acostumbrados a una vida cómoda y no estamos acostumbrados a sobrevivir como otros se ven obligados a hacer cada día. Quizás también por eso hemos perdido buenas oportunidades para hacer realidad algunos de nuestros sueños.

Esta historia con sus personajes, escenarios y con su banda sonora (nada despreciable) nos enseña que en estas situaciones extremas es cuando los sentimientos de esfuerzo, superación, amistad y confianza surgen con más fuerza.

Ni que decir tiene que se trata de una película que recomiendo. Puede ser una especie de motivación para tirar adelante y más aún en estos tiempos que vivimos.
Os dejo en Terraza Lumière un video clip del Langui. Creo que la letra merece la pena. Disfrutadlo.

viernes, 15 de mayo de 2009

Antonio Vega: mi BSO.


El pasado martes iba en el coche hacia casa. Todavía no era mediodía. Un día de luz. La radio me entretenía con una serie de reportajes sonoros. De repente, el locutor advirtió; "tenemos que hablar de muy buena música y de una pésima noticia". En ese momento comenzó a sonar los acordes de "La chica de ayer". La luz se empezó a disipar y una mirada vidriosa intentaba seguir atento a la carretera. Antonio había muerto.

Era una noticia que no debería sorprender pues todos conocíamos su estado de salud pero aún así, para la gente que nos gustaba su música, ha sido un duro golpe. O al menos para mí. Uno tiene una edad en la que comienza a apreciar las cosas que han ido caminando paralelas a mi historia. Y la música de Antonio Vega forma parte de la banda sonora vital de mis treinta y tantos.

Llegué a mi destino y en ese momento sonó el teléfono. Vero me llamaba para ver qué tal la mañana. Para ver si estaba ya nervioso ante la disputa de la final del día siguiente. "Se ha muerto Antonio Vega. Tengo ganas de llorar" le comenté. En esos momentos no había final, ni colores ni equipo que me importasen. La vida vale mucho más que todo eso. Y Antonio formaba parte de mi vida. Cuántas veces, en los malos momentos, habré escuchado canciones como El sitio de mi recreo, Lucha de gigantes, entre otras. Quizás es timidez que le hacía siempre mirar hacia abajo me ha hecho sentirme identificado con él. Y es que las apariencias engañan y uno tiene menos vergüenza cuando tiene que subir a un escenario o cuando camina por la vida.

Hacía un par de días y como preparatorio a la compra del nuevo disco de Antonio que va a salir y que recoge su última gira por teatros me compré una recopilación... ¡maldita casualidad! Llegué a casa, lo cogí y lo puse en la cadena mientras cerraba los ojos en el sofá. Quería escuchar un par de canciones, en forma de modestísimo homenaje pero, al final, escuché todo el disco. Una gran sensación. Sabía que antonio no había muerto. Al menos el Antonio que quiso ser. Ese artista que quería compartir sentimientos tan profundos en un mar de letras fáciles que hacen las delicias de los menos exigentes. Antonio, ese chico triste y solitario seguirá en mi vida. Y en los momentos de nostalgia y de blanco y de blanco y negro será mi banda sonora.

Una cosa me sorprendía de Antonio Vega. Su físico se iba deteriorando pero me daba la sensación de que su voz se mantenía a pesar de las dificultades. Era como si su interior era el de siempre pero la cáscara que lo protege se iba marchitando. Sensación triste y angustiosa si lo pensamos friamente ¿verdad? Como me comentó Javi (otrocine.com) Antonio ha pasado a ser "un chico de ayer". Me imagino que se refería a que lo mismo que su canción La chica de ayer se considera la canción española más importante de los 80, él va ser uno de los exponentes máximos de la historia del Pop nacional. Pero va seguir siéndolo de hoy y de mañana. Que te vaya bonito.

lunes, 11 de mayo de 2009

El gran Clint.

Ya sé que voy con retraso en cuanto al visionado de esta película. Pero bueno, la oferta es amplia y en ocasiones las cosas se acumulan. Pero más vale tarde que nunca y sobre todo cuando se trata de un film como este.

Sencillamente me encanto. De principio a fin. Clint Eastwood realiza un gran trabajo tanto a nivel interpretativo como a nivel de dirección. Una narración que no pierde fuerza en ningún momento y unos personajes tratados con mucha finura. Un papel de viejo rencoroso, lleno de malos recuerdos y odio frente a un joven que busca su objetivo en la vida. El personaje de Clint se va a valer de este joven para ir apartando su ira de una vez por todas.

Una temática que en ocasiones, en muchas ocasiones durante la película, nos es familiar. La verdad es que está cargada de mucho humor pero también de momentos emotivos. Seguramente el final ha hecho que más de uno o una dejase escapar un amago de lagrimita.

Pienso que esta película refleja el Clint de ahora. Un actor y director que ha vivido mucho. Alguien que sigue marcando su "ni te arrimes que te doy..." pero que trata los temas con mucha más psicología, filosofía y humor.

Donde he discrepado con algunas personas (un saludo para Sandra) es en la música. A mí me encanto y en opinión de otra personas (dedicadas a la música) Clint debería dejar esta labor a personas con más experiencia.

Aún así, una obra maestra para todos.