sábado, 18 de octubre de 2008

Tales de Mileto.


Tomen asiento en nuestro sillón y descubran el por qué de Tales. Lean, piensen y reflexionen. ¿Les suena de algo?

Hace dos mil seiscientos años, en la ciudad de Mileto, un sabio distrído llamado Tales paseaba las noches, y espiando estrellas solía caerse en algún pozo.

Tales, hombre curioso, pudo averiguar que nada muere, que todo se transforma y que nada hay en el mundo que no esté vivo, y que en el origen y en el fin de toda vida está el agua.No los dioses: el agua.Los terremotos ocurren porque la mar se mueve y alborota la tierra, y no por las rabietas de Poseidón. No es por gracia divina que el ojo ve, sino porque el ojo refleja la realidad, como el riom refleja los arbustos de las orillas. Y los ecñipses ocurren porque la luna tapa el sol, y no porque el sol se esconda de las iras del Olimpo.

Tales, que en Egipto había aprendido a pensar, predijo los eclipses sin error, sin error midio la distancia de los barcos que venían de altamar, y supo calcular exactamente la altura de la pirámide de Keops por la sombra que proyectaba. Se le atribuye el teorema más famoso, y cuatro más, y hasta dicen que descubrió la electricidad.

Pero quizá su gran hazaña fue otra: vivir como vivió, desnudo del abrigo de la religión, sin consuelos.

(Extracto de "Espejos", Eduardo Galeano. Ed. S XXI 2008)

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante este galeano al igual que tu blog, edu, un saludo desde la otra butaca y suerte con el blog

nos vemos en los cines