
Ayer llegó a mis manos un libro sobre el que mucho he oído hablar y todo bueno. El título es "¿quién se ha llevado mi queso?". Se trata de una fábula simple e ingeniosa que nos muestra que todo cambia, y que las soluciones que sirvieron en su momento pueden quedar anticuadas. Sus enseñanzas se pueden aplicar a todos los ámbitos de la vida.
Sus personajes dos ratoncitos y dos hombrecillos. Dependen del queso para ser felices pero, un día, el queso desapareció. Cada uno de los personajes tiene una personalidad y, seguramente, con alguna de ellas, no sentiremos reflejados o reflejadas. El queso representa cualquier cosa que queramos alcanzar y el laberinto es el mundo real con sus zonas oscuras y peligrosas, además de con sus habitaciones repletas de queso.
Lo que me hizo gracia y me resultó curioso es que en la portada y contraportada del libro aparecen citas de personas que recomiendan este libro. Son altos directivos de diferentes empresas que aseguran haber regalado este libro a sus departamentos de recursos humanos o empleados porque es un buen instrumento para lograr el éxito (que no siempre tiene que ver con el dinero) o para alcanzar los objetivos que nos marquemos.
Pues bien. Uno de estos directivos es Randy Harris. ¿Qué quién es?Pues el ex Vicepresidente de Merrill Lynch International. ¿Os suena? Pues sí, uno de esos bancos que se han hecho de oro y ahora están con problemas. Y en encima su cita es la de la portada.
Pienso que Spencer Johnson, M.D., autor del libro, debe sacar una segunda parte del mismo. Está bien eso de alcanzar el éxito en la vida y de lograr nuestros objetivos pero también es importante hacerlo de manera ética.
Ahora no vamos a culpar al libro, por supuesto, de la actitud de muchos de sus lectores. Y es que es un gran libro. No es esto, el éxito por encima de todo, lo que el autor propone con su fábula, todo lo contrario. Pienso que el ser humano, en un número importante de ejemplares, no está preparado para llegar a lo más alto. Cuando llega piensa que todo lo que ve desde allí es suyo y lo quiere. Y luego pasa lo que pasa.
Al margen de esta anecdota, que no es más que eso, es un libro recomendable. Una forma de aprender a adaptarnos al ritmo que nos marcan los acontecimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario