Hay momentos de la vida en la que uno definitivamente se da cuenta de las cosas que ha ido dejando atrás. De lo bueno y de lo malo. Personas y momentos. Son momentos complicados en los que uno confirma que ya no hay marcha atrás. Ahora sólo queda mirar al futuro. Apechugar con lo que viene sea bueno o malo.
Pero también hay cosas y personas que ayudan a seguir adelante. Que te ayudan a volver a ser uno mismo. A ir por la vida con la cabeza levantada, mirando a todo el mundo a los ojos sin miedo a que te indiquen y digan: “ahí va ese…”. Da igual el momento o la forma en el que esa esperanza surge en tu camino. Es una bofetada que te hace despertar y que te empuja a buscar lo que realmente quieres.
Quizás sea eso lo que me ha ocurrido a mí. Momentos complicados por un motivo o por otro. Te agarras a todo lo que puedes. Las cosas y personas que son importantes en tu vida. Y la música siempre lo ha sido y lo es. Y ahí descubres que, como pasa con el buen vino, con el paso del tiempo está mejor. Letras que te hacen sentir y que son parte de tu vida. Mensajes que llenos de razón “la vida es de los que arriesgan”, “ya no volveré a ser joven”, “cuando fuimos los mejores”… “la línea clara” y tantas otras.
Me siento un tanto estupido, como un adolescente alborotado al estar a 2 metros de su artista favorito. Pero así es la vida. Siempre ha estado ahí formando parte de la banda sonora de vida. Y ahora que algunas cosas no marchan tan bien como uno desearía su música da un giro. Y lo hace paralelo al camino que me marca el día a día.
Es increíble la sensación que producen algunas canciones cuando uno está mal. Es una inyección de moral. Una forma de recuperar el orgullo y dejar de ser el payaso que antes me hacía ser feliz. De olvidarme de las críticas por llorar cuando uno tiene depresión o de sentir tan sólo indiferencia cuando a uno lo acusan de repetirse demasiado. Quizás yo también milito en la razón del pensamiento ilustrado.
Muchas gracias por tu arte.
Icaro
Pero también hay cosas y personas que ayudan a seguir adelante. Que te ayudan a volver a ser uno mismo. A ir por la vida con la cabeza levantada, mirando a todo el mundo a los ojos sin miedo a que te indiquen y digan: “ahí va ese…”. Da igual el momento o la forma en el que esa esperanza surge en tu camino. Es una bofetada que te hace despertar y que te empuja a buscar lo que realmente quieres.
Quizás sea eso lo que me ha ocurrido a mí. Momentos complicados por un motivo o por otro. Te agarras a todo lo que puedes. Las cosas y personas que son importantes en tu vida. Y la música siempre lo ha sido y lo es. Y ahí descubres que, como pasa con el buen vino, con el paso del tiempo está mejor. Letras que te hacen sentir y que son parte de tu vida. Mensajes que llenos de razón “la vida es de los que arriesgan”, “ya no volveré a ser joven”, “cuando fuimos los mejores”… “la línea clara” y tantas otras.
Me siento un tanto estupido, como un adolescente alborotado al estar a 2 metros de su artista favorito. Pero así es la vida. Siempre ha estado ahí formando parte de la banda sonora de vida. Y ahora que algunas cosas no marchan tan bien como uno desearía su música da un giro. Y lo hace paralelo al camino que me marca el día a día.
Es increíble la sensación que producen algunas canciones cuando uno está mal. Es una inyección de moral. Una forma de recuperar el orgullo y dejar de ser el payaso que antes me hacía ser feliz. De olvidarme de las críticas por llorar cuando uno tiene depresión o de sentir tan sólo indiferencia cuando a uno lo acusan de repetirse demasiado. Quizás yo también milito en la razón del pensamiento ilustrado.
Muchas gracias por tu arte.
Icaro

No hay comentarios:
Publicar un comentario